top of page

Obras de arte con clara y yema

Aunque soy vegana y no tomo huevo, se apreciar las obras de arte, es por eso que considero muy relevante esta noticia:



Si sus amigos más foodies todavía no lo han compartido en sus redes sociales, van muy tarde. La etiqueta #cloudeggs (huevos nube) se ha convertido en tal fenómeno, que incluso el prestigioso The Washington Post se ha hecho eco de esta tendencia gastronómica. ¿Pero qué tiene de especial una receta a medio camino entre el merengue y el huevo escalfado? A parte de ser fotogénica (la prueba, sobre estas líneas), es fácil de preparar y tiene pocas calorías… o no.

Basta con batir la clara del huevo al punto de nieve, salpimentar y hornear durante tres minutos a 230º. Después se añade la yema, y se deja otros tres minutos a la misma temperatura. Al no utilizarse ni una gota de aceite para prepararlo, el portal de recetas SimplyRecipes sugiere añadir un poco de queso (parmesano, suizo o Gruyère) para potenciar el sabor de “la nube”. De hecho, en Instagram pueden verse múltiples propuestas para acompañarlo, desde tostadas, aguacates, espinacas y sobre todo beicon (que habría que sumar, obviamente, a las 78 calorías que tiene un huevo normal).

¿Es un plato para el día a día? Está demostrado que el mandamiento de no comer más de tres huevos a la semana es un mito. La especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario HM Puerta del Sur, Teresa Ruiz García, comentaba a BUENAVIDA que diversos estudios han mostrado de manera uniforme y sólida que es improbable que el consumo diario de este alimento tenga repercusión significativa alguna sobre el riesgo cardiovascular en personas sanas. Además, en las Guías Alimentarias que publica la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), el huevo está situado en la pirámide nutricional como alimento para ser consumido todos los días. Por lo que, si no le puede la pereza, esta onírica creación puede alegrar sus mañanas.

Se desconoce el origen de la receta, aunque el libro infantil Cocinar es un juego de niños (1963) ya la incluía en sus páginas, pero entonces no había teléfonos inteligentes ni hashtags para viralizar. No le extrañe que la próxima vez que quede para tomar un brunch, el huevo nube esté en el menú… a precio de moderno, faltaría más.

También puedes vistar
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.

Entradas recientes

bottom of page